La pericia caligráfica judicial en la actualidad
Nuestro Gabinete Jurídico pericial celebra este año su 40 aniversario. Tras estos años de experiencia en el ejercicio de la abogacía y de la pericia caligráfica, pensamos que estamos en capacidad de dar una visión fundada de la evolución que ha sufrido la actividad pericial caligráfica durante todo este tiempo y a la vez de exponer la manera en que se ha venido utilizando esta prueba por parte de la abogacía.
Hemos comprobado a lo largo de estos años de ejercicio que las falsedades se han ido incrementando y adaptando a las nuevas tecnologías, como la informática o los modernos sistemas de impresión. Ello nos ha obligado a tener un laboratorio especializado con el que afrontar de modo fiable los múltiples y variados supuestos que en la actualidad se nos vienen planteando. El Perito calígrafo ya no es aquel "revisor de letras" del siglo XIX, que se valía exclusivamente de su ojo y a lo sumo de una lupa. Actualmente, la prueba pericial no se limita a la mera autentificación de manuscritos y firmas, sino que amplia su horizonte para detectar alteraciones químicas o físicas en un documento, su datación, el análisis de textos mecanográficos o realizados a través de diferentes tipos de impresoras, etc.
Instrumentos como el microscopio estereoscópico de alta resolución, el escáner, sistemas de análisis multiespectral, medios de luminiscencia versátil, sistemas de captación digital de imágenes, software específico de comparación de grafismos, son instrumentos imprescindibles en el Laboratorio de todo Perito calígrafo en la actualidad. Por ello, la propia denominación de Perito calígrafo puede haber quedado obsoleta y superada, siendo tal vez más acertado denominar a este profesional como de "experto o especialista en pericia documental", al dirigir su estudio al análisis del documento desde una perspectiva integral.
Si hiciéramos una estadística de los diferentes extremos que nos han venido proponiendo en los más de diez mil dictámenes que tenemos archivados, comprobaríamos que un 70 u 80% siguen centrándose en el análisis de escritura y firmas, ya sea en testamentos, contratos, cheques, pagarés, letras de cambio, pólizas, etc. No obstante, constatamos que en la última década se han incrementado aquellos informes referidos a aspectos que se extienden al análisis del soporte documental, composición y discriminación de tintas, falsedades producidas a través de nuevos sistemas de impresión (scanner, offset, etc.), etc.